Porque sólo tú sabes sacarme esa sonrisa en los malos ratos, sólo tú eres capaz de subirme el ánimo cuando todo va mal...
Acabar los exámenes suele ser motivo de alegría, pero no cuando no te has presentado a la mayoría y a los que si te presentaste están suspensos. Aquellos que estudiaste, por los que te pasaste noches enteras sin dormir pasando hojas y hojas, viendo como no te entraba nada y al final, no dan los resultados que deseabas... pero era de esperar, lo dejas todo para el último momento y pasa lo que pasa... pero por desgracia decir eso no te ayuda a sentirte mejor, en cambio, verte a ti, sí.

Merendar en un sitio escondido y acogedor, unas tortitas y café, mientras tú me intentas invitar y yo no te dejo por vergüenza...
Después a lo loco, ir de excursión a un pueblo cercano, en el que ninguno habíamos estado antes y para colmo estaba anocheciendo.. hacernos los valientes y entrar a un oscuro cementerio, esperando ver quien se asusta primero (fuiste tú que lo sepas) sin alejarnos mucho de la puerta por la que habíamos entrado. Y luego hacer turismo visitando el monumento principal de la zona, saltando vallas para poder entrar y sin saber cual es el camino correcto pero investigando el sitio como delincuentes... que locura.
Y que para volver a nuestra ciudad me dejes conducir, y te enseñé lo que es el pedal del acelerador.. naa es broma, conduces muy bien, mejor que yo quizás, quizás...
Para terminar la tarde perfecta, una cenita sencilla de Burger y cada mochuelo a su olivo.
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